Hace muy poco tuve una conversación sobre la creencia en la
suerte, si era destino, azar, si nuestra cultura nos condiciona a creer o no en
poder cambiar nuestra historia…. como siempre, no tengo nada del todo claro, pero esta
vez me vuelve a hacer gracia la situación.
Hace como 7 años tuve una conversación sobre la fe, sobre
Dios, y las creencias personales con una persona que ha sido durante mucho
tiempo bastante significativa. Hasta hoy, la única conversación que he
mantenido sobre el tema en la cual me he sentido realmente cómodo expresando mi
opinión sobre el tema. Mucho tiempo después, esa persona me recomendó con
efusividad que viera “La vida de Pi”. No entendí el porqué de su insistencia.
Tenía una idea de la película como una historia fantástica que no contaba nada
importante, quizás otra más sobre el cambio climático, jeje.
Todos los años, en la cena de reyes, nos regalamos en una
especie de “amigo invisible” una película y este año, justo este año, me tocó
la película de Ang Lee.
Hoy la he visto y…
He de decir que ya entiendo porque aquella persona insistía
tanto en que la viera, jeje, un personaje que es capaz de entender que ser
cristiano, musulmán e hindú y… ¡¡¡no es incompatible!!!
Más allá de esta historia, la trama de la película, me
parece especial. Llena de simbolismos y de mensajes ocultos.
Un chaval que, al estilo Big Fish, elige contar una historia
de la forma más atractiva.
Espectacular desde el minuto uno, eligiendo la India para
contextualizar la historia, espacio que por sí sólo ya da un toque espiritual a
cualquier cosa.
Y el análisis de la relación del protagonista consigo mismo,
desde que es pequeño y sufre en el colegio por su propio nombre, hasta que es
joven y su familia le separa de su entorno.
Tampoco quiero decir mucho más de esta película,
simplemente, que me parece que tendría que verse. Asi que…animo a que se haga.
127 minutos de película ganadora de 4 Óscar
Ahí queda